Paul Graham. «La fotografía es fácil, la fotografía es difícil»

"Es tan fácil que es ridículo. Es tan fácil que ni siquiera puedo empezar, simplemente no sé por dónde empezar. Después de todo, es solo cuestión de mirar las cosas."

Es tan fácil que es ridículo. Es tan fácil que ni siquiera puedo empezar, simplemente no sé por dónde empezar. Después de todo, es solo cuestión de mirar las cosas. Todos lo hacemos, es simplemente una manera de grabar lo que ves – lo apuntas con la cámara y presionas el botón. ¿Es tan difícil? Y todavía más, ahora en la era digital es gratis, ni te cuesta lo que vale un carrete. Es tan simple y básico, que es ridículo.

Es tan difícil porque está por todas partes, en todos los lugares, todo el tiempo, incluso ahora mismo. Es la imagen de este bolígrafo en mi mano mientras escribo, es la imagen de tu mano sosteniendo este libro. Eleva tu conciencia hacia arriba y fuera de este texto y mira: está justo ahí, en el otro lado de la habitación, y allí… y allí. Entonces ha ido. Tú no lo has fotografiado porque creías que no valía la pena y ahora es demasiado tarde, ese momento ha desaparecido. Pero otro ha llegado, en un instante. Ahora. Porque la vida fluye a través y alrededor nuestro, avanzando deprisa, deprisa y en todas direcciones.

Pero si está en todas partes y todo el tiempo, y es tan fácil de hacer, ¿qué valor tiene? ¿Qué fotos son las que importan? ¿La foto conseguida a base de esfuerzo, preparada, controlada, pre­visualizada? Sí. ¿Aquellas artificiales, secas y esmeradas? A veces. ¿Es quizás la foto espontánea, hecha por estar en el sitio y en el momento adecuados? Por supuesto. ¿Puede ser una expresión intuitiva de inteligencia líquida? Exactamente. Tal vez sea el resultado de años de buscar, ver, pensar en la fotografía. Definitivamente.

Sólo una lección da la vida: que hay más azar en ella de lo que el hombre pueda admitir en toda su vida manteniéndose cuerdo. Thomas Pynchon

Bien, ¿cómo le doy entonces sentido a ese fluir interminable, esa niebla que cubre la vida aquí y ahora? ¿Cómo puedo ver a través de ella? ¿Cómo puedo cruzar esa frontera? ¿Me lanzo a andar por la calle y hago fotos a extraños? ¿Hago una fotonovela entre mis amigos? ¿Fotografío solo a mis allegados, mi familia, a mí mismo? O quizás debería solo fotografiar paisajes, las rocas, los árboles – ellos no se mueven, ni se quejan, ni te hacen esperar. ¿Las casas antiguas? ¿Las casas modernas? ¿Me voy al otro lado del mundo a las zonas de conflicto o a la tienda de la esquina, o ni salgo de mi cuarto?

Sí, sí y sí. Esa es la elección que estás esperando, pero no dejes que eso te detenga. Sé consciente de ello, pero no te quedes atascado – relájate, está en todo y por todas partes. Lo encontrarás y te encontrará a ti, solo empieza, de algún modo, pero: empieza.

"Cuanto más planificado esté, menos espacio dejarás al azar, para que el mundo te hable, para que la idea se encuentre a sí misma, permitiendo que la ambigüedad y a la ambivalencia se filtren (...). La obra a menudo dice más de lo que el artista sabe."

Sí, pero, ¿no debería tener un tema claro y coherente? ¿No debería saber primero lo que estoy haciendo? Eso estaría bien, pero dudo que Robert Frank supiera lo que significaba todo cuando comenzó, o igualmente Cindy Sherman o Robert Mapplethorpe o Atget o… así que no deberías esperarlo. Cuanto más planificado esté, menos espacio dejarás al azar, para que el mundo te hable, para que la idea se encuentre a sí misma, permitiendo que la ambigüedad y a la ambivalencia se filtren, que muchas veces son más importantes que la claridad y la certeza. La obra a menudo dice más de lo que el artista sabe.

De acuerdo, pero la fotografía no siempre encaja en proyectos coherentes y organizados, así que a lo mejor necesito vagar libremente por este mundo, sin limitarme, fotografiando lo que sea cuando quiera: el cielo, mis pies, el café, las flores que acabo de ver, mis amigos, mis amantes y, porque todo eso es mi vida, ¿tendrá sentido? Quizás. Algunas veces funciona, otras es indulgente, pero debe ser tu elección, porque tú eres libre también de no tener sentido.

Al final incluso este relato es absurdo, lo cual es una parte importante de la cuestión, si es que hay alguna, ya que no tener ninguna en absoluto parece formar parte de la cuestión. Malcolm Lowry, Ghostkeeper

"Ha merecido la pena, porque es algo real, que no existía antes de que tú la crearas: una obra que transmite con fuerza y sensibilidad, que habla de este mundo y de los que te rodean en él."

Vale, necesito tiempo para pensar en todo esto. Permitirme esa libertad por un corto tiempo. Un par de años. Tal vez no encuentre la respuesta, pero quizás esté cerca de otros que entiendan esta pregunta, que hayan llegado a un punto similar. Quizás comience por el camino equivocado, o por las razones equivocadas – porque me gustaban las cámaras, porque creía que la fotografía sería una opción fácil.

Pero me obligaré a intentarlo, entonces quizás me tropiece con algo que tenga sentido para mí, o simplemente sienta que esté bien. Si me concentro en eso, quizás crezca, y de manera modesta e indescriptible comience a cobrar sentido. Cómo fotografiar a los árabes estadounidenses en Estados Unidos, como seres humanos con vidas, esperanzas, familias y sentimientos, heterosexuales, homosexuales, jóvenes, viejos, con toda la humanidad que Hollywood nunca les ha dado. O la comunidad negra de New Haven, en la que se hacen charadas teatrales inexplicables, llenas de alegría, que rompen mis ideas preconcebidas en mil pedazos. O los ecos de las instantáneas divertidas­-perturbadoras-­tristes de mi antiguo novio. O el paisaje anónimo de los suburbios del norte del estado, de una manera que desafíe las imágenes espectaculares de las que estamos adictos. O… como las mujeres usamos nuestros cuerpos para mostrar lo que creemos que deberíamos ser. O…

¿Una novela? No, ya no tengo la fortaleza necesaria. Para escribir una novela tienes que ser como Atlas, cargar con todo un mundo en tus hombros y sostenerlo durante meses y años, mientras todos sus asuntos se resuelven por sí mismos. Es demasiado para mí en mi estado actual. J. M. Coetzee, Diary of a Bad Year.

Y espero seguir adelante y desarrollarlo, porque merece la pena. Continuar porque importa, y hay muchas otras cosas que no importan tanto: el trabajo para ganar dinero, los encargos editoriales, las fotos de moda. Entonces un día estará lo suficientemente desarrollado para creer que está terminado. Hecho. Y a su manera: una contribución, y todo el esfuerzo, frustración, tiempo y dinero desaparecerán. Ha merecido la pena, porque es algo real, que no existía antes de que tú la crearas: una obra que transmite con fuerza y sensibilidad, que habla de este mundo y de los que te rodean en él.

¿No es precioso?

Graham, Paul (2009), texto escrito para el Máster de Fotografía de la Universidad de Yale, Estados Unidos. 


Últimos posts

Preventa vol. #2 Barcelona

Preventa vol. #2 Barcelona

El cuerpo de Alba Duque

El cuerpo de Alba Duque

La empatía de Paco Poyato

La empatía de Paco Poyato