Vanessa Roca y el permiso de vivir

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"He tenido miedo a morir en vida, a quedarme seca y a que llegase un momento en el que no pudiese experimentar la vida desde la intensidad que merece. Así que todas las fotografías del proyecto me recuerdan que estoy aquí, que estamos vivos; desde una intensidad a veces difícil de sostener y otras veces necesaria para seguir."

Hola Vanessa, ¡bienvenida a Harpo! Cuéntanos un poco sobre ti: ¿quién eres y a qué te dedicas?

Hola, soy Vanessa. Nací en Sant Carles de la Ràpita, un pueblo del Delta del Ebro. Hace unos 14 años que vivo fuera de esas tierras y aunque me cuesta reconciliarme con ellas, podríamos decir que si me preguntas quién soy, soy todo lo que me hace acercarme y alejarme de allí.

Actualmente me dedico a la realización de proyectos fotográficos y audiovisuales.

Has ganado varios premios en los visionados del festival ArtPhotoBCN con tu proyecto "Never Neverland". ¿Que ha significado para ti este reconocimiento?

Durante el festival estaba trabajando a caballo entre la educación y la fotografía. Este año ha sido especialmente duro en cuanto a trabajo y, en varios momentos, he sentido mucho estrés y agotamiento, así que tomé la decisión de dejar mi trabajo con lxs niñxs para centrarme en mis proyectos de foto.

Justo una semana antes de terminar con ese trabajo, se celebró el festival ArtphotoBCN y recibí este inesperado reconocimiento. Para mí fue una señal, una reafirmación de que la decisión de apostar por mi fotografía era la correcta.

En este proyecto reflexionas desde un punto de vista muy personal sobre el tránsito de la juventud a la adultez como un salto de un estadio a otro. ¿Nos puedes explicar un poco cómo nació y evolucionó este proyecto?

Nació hace 5 años sin la intención de que se convirtiera en un proyecto como el que es. Simplemente empecé a fotografiar mi entorno: personas, lugares y experiencias que creaban una impresión o una reacción en mí. Momentos que más tarde me di cuenta que fotografié para poderlos revivir.

En estos últimos años, he tenido miedo a morir en vida, a quedarme seca y a que llegase un momento en el que no pudiese experimentar la vida desde la intensidad que merece. Así que todas las fotografías del proyecto me recuerdan que estoy aquí, que estamos vivos; desde una intensidad a veces difícil de sostener y otras veces necesaria para seguir.

Decidí que quería hacer algo con todas las fotos que había tomado hasta ese momento en un avión volviendo de Japón. Me dije a mí misma que llevar afuera unos momentos tan íntimos me ayudaría a entenderlos mejor y a cerrar un ciclo. Eso fue hace unos tres años. Tuve que hacer todo un proceso de afrontar las fotografías que tenía ante mí para poder separarme de ellas a la vez que meterme lo suficiente para no enfriarlas. Emocionalmente era un proceso demasiado exigente para mí en ese momento, así que simplemente seguí haciendo más fotos hasta que, durante el confinamiento, decidí empezar el proceso. A partir de ese momento, el proyecto ha evolucionado, cambiando todo el rato de fotos, de discurso, de título…

Si te tuvieras que quedar con una sola imagen de "Never Neverland" cual seria? ¿Por qué?

Se me hace complicado escoger una imagen pero con la que hoy me quedaría es una fotografía en la que sale mi amigo Albert en una bañera tumbado. Me quedo con esta porque para mí significa confianza y generosidad.

Albert y yo nos conocemos desde hace más de 10 años y nos hemos acompañado en muchos viajes, que hacemos siempre con la intención de salir de nuestro espacio conocido y cómodo. Con él empecé a viajar solamente por la aventura de movernos, de entender el desnudo y de utilizar la fotografía para capturar todo aquello que nos pasaba.

Él ha sido una de las personas que ha sabido entender mi necesidad, la ha compartido, ha confiado en mí y me deja mostrarlo en momentos vulnerables. Eso significa mucho para mí. 

"Después de esta experiencia en ArtPhoto, me estoy intentando dar el permiso de vivir, de forma tranquila, el proceso de llevar hacia fuera todo lo que ha sido durante mucho tiempo solo mío y de mi gente. Y en este proceso todo cabe, también la duda, la inseguridad y la necesidad de aceptación."

¿Qué le aconsejarías a alguien que tiene un proyecto fotográfico y lo quiere mover a nivel de festivales, visionados…?

No sé si puedo aconsejar nada a nadie. Solo podría compartir una sensación que me ha surgido siempre que he presentado mi proyecto en contextos de festivales o visionados. Una vez presentado el proyecto, también en ArtPhoto, siento que no he sido todo lo fiel que podría ser a mí misma. Eso de ser todo lo fiel que se puede ser a una misma ya es difícil en la vida en general, pero siento que en estos contextos tengo que hacer un esfuerzo para ser honesta y transparente en unos espacios que exigen mostrarse segura en la explicación del proyecto. Mi trabajo tiene mucho que ver con la vulnerabilidad y detrás de la cámara me siento segura para mostrarme vulnerable. Hablando en público y detrás de un micrófono me cuesta más.

Con la intención de adecuar el proyecto a estos contextos creaba un discurso para explicarlo, siempre desde una reflexión pensada y buscada, intentando ir a lo profundo. Al ser un proyecto tan íntimo y personal, cuanto más cerca estaba del proyecto, más difícil se me hacía explicar toda la complejidad que este reunía. ¿Cómo resumir un proceso vital de 5 años en un statement y que sea lo más fiel a la realidad vivida? Así que cuando terminaba de presentarlo me sentía exprimida, vaciada y decepcionada conmigo misma por no poder expresarme de una forma con la que me sintiese totalmente en paz conmigo misma.

Después de esta experiencia en ArtPhoto, me estoy intentando dar el permiso de vivir, de forma tranquila, el proceso de llevar hacia fuera todo lo que ha sido durante mucho tiempo solo mío y de mi gente. Y en este proceso todo cabe, también la duda, la inseguridad y la necesidad de aceptación.

En tus trabajos sueles hablar de la condición humana de una forma muy personal. ¿Qué es lo que te mueve a la hora de fotografiar tu entorno más íntimo?

Esta pregunta me la he preguntado varias veces a mí misma, pero todavía no he encontrado una respuesta. Durante mucho tiempo me sentí apartada de lo que vivía, puesta por mí misma fuera de lo más cercano. Cuando empecé a sentirme dentro, me surgió la necesidad de hacer fotos a lo que tenía más cerca. Era como una forma de vivir dos veces el mismo momento y también de capturar y dejar constancia de que en ese momento me había sentido dentro de la vida.

Además, hay algo que me atrae de fotografiar lo íntimo. Creo que es justamente intentar puntualizarlo y hacer visible aquello que normalmente no mostramos, porque la vida nos enseña que tenemos que ser contundentes e impenetrables ante los demás. Al fotografiar la intimidad siento que me opongo a eso. 

"Durante mucho tiempo me sentí apartada de lo que vivía, puesta por mí misma fuera de lo más cercano. Cuando empecé a sentirme dentro, me surgió la necesidad de hacer fotos a lo que tenía más cerca."

Vemos que la mayoría de tus fotografías son en analógico. ¿Qué es lo que te aporta este formato que no tiene el digital?

Me permite desapegarme de las cuestiones más técnicas, de la búsqueda de calcar la fotografía que tengo en mi cabeza, me da la opción de sorprenderme y de aceptar el resultado del conjunto de las circunstancias del momento. Veo algo que necesito fotografiar, tiro un máximo de 3 o 4 fotos (normalmente menos) y sigo. No me quiero preocupar por la perfección que manda mi mente. Prefiero la espontaneidad y la frescura que me da la fotografía analógica. 

Con el digital, me obsesiono en buscar un resultado concreto, miro la foto, la vuelvo a mirar, la repito y, al final, me doy cuenta de que ya he impuesto algo en la misma fotografía que no quería imponer.

Si solo pudieras elegir una cámara y un carrete, ¿cuáles elegirías?

Estoy pensando en cambiar mi equipo pero, de momento, me quedo con el equipo que estoy utilizando ahora: una Minolta XG9 y una Leica AFC1. La dos me las compré por muy poco dinero en dos viajes diferentes y les tengo mucho cariño. Y de carretes, normalmente, utilizo Kodak Gold.

Un fotógrafo o fotógrafa que te haya marcado.

Evgenia Arbugaeva.

Si tuvieras que recomendarnos un fotolibro, ¿cuál sería?

Recomendaría ‘Love me’ de Josh Kern, un libro autoeditado que me parece muy bello.


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