"Mi actividad como arquitecto y profesor me ayuda a entender y a adentrarme en las capas que constituyen nuestro entorno (...). Mi práctica como fotógrafo, en cambio, me permite situarme del otro lado, donde, de manera más libre, puedo observar y 'de-construir' esas capas."
Hola Fred, ¡bienvenido a Harpo! Cuéntanos un poco sobre ti: ¿quién eres y a qué te dedicas?
Hola, me llamo Fred Guillaud, soy arquitecto y hace más de 20 años que vivo en Barcelona.
Cuando piensas en tus inicios como fotógrafo, ¿cuál es la primera imagen que te viene a la cabeza?
La primera imagen que me viene es la de mi primer carrete mal enganchado en la cámara de mi padre, que nunca me devolvió las fotos que había sacado de vacaciones en la Bretaña francesa...

Además de fotógrafo, eres arquitecto. ¿Cómo crees que la fotografía ha influenciado en tu manera de aproximarte a la arquitectura? ¿Y viceversa?
Mi actividad como arquitecto y profesor me ayuda a entender y a adentrarme en las capas que constituyen nuestro entorno: su historia, la arquitectura, la economía, la decisiones políticas, etc. Mi práctica como fotógrafo, en cambio, me permite situarme del otro lado, donde, de manera más libre, puedo observar y "de-construir" esas capas.
Los espacios tienen un peso clave en tu obra, pero a veces aparecen también personajes en tus fotografías. ¿Qué papel tienen en ellas?
Cuando aparece una persona en una foto, intento utilizarla como punctum para dar claves de lectura al observador. Ayudan a entender el espacio, su escala o sus usos.
¿Qué es lo que más te llama la atención a la hora de capturar una imagen?
Suelo sacar la cámara cuando me llama la atención un cierto orden en la complejidad de los paisajes urbanos. Este orden puede estar vinculado a la luz, a los colores o a una composición geométrica clara de los espacios.

Vives en Barcelona, ciudad en la que has desarrollado muchos de tus proyectos y fotografías. ¿Qué tiene esta ciudad de especial?
Lejos de las zonas turísticas, Barcelona es una ciudad muy fotogénica y con un ritmo frenético de regeneración urbana que nunca deja de sorprenderme. Me gusta perderme en sus barrios para poder documentar esas evoluciones.
"Suelo sacar la cámara cuando me llama la atención un cierto orden en la complejidad de los paisajes urbanos. Este 'orden' puede estar vinculado a la luz, a los colores o a una composición geométrica clara de los espacios."
Trabajas en analógico en plena era digital, ¿por qué? ¿Qué es lo que tiene este formato que no te aporta el digital?
Nunca he tenido una cámara digital. Empecé con cámaras analógicas y cuando podría haber saltado al mundo digital, me di cuenta que trabajar en analógico venía acompañado de ciertos protocolos que me mantenían centrado en mis preocupaciones.
Me gusta asumir el riesgo de no ver el resultado al momento o de equivocarme. Me gusta tener que pensar si vale la pena gastar negativo antes de disparar. Me gusta olvidarme unas semanas de los carretes. Me gusta pelear con el negativo a la hora de escanear. Y me encanta descubrir nuevos detalles cuando la escaneo en el laboratorio para sacar copias muy grandes.


Si solo pudieras elegir una cámara y un carrete, ¿cuáles elegirías?
No soy un freak del material ni de la tecnología. Trabajo con una sola cámara de la misma manera que uno puede escribir cada día con la misma pluma. Así que me llevaría la que uso actualmente, una Pentax 67ii. Por otro lado, tengo que reconocer que echo de menos los carretes Fujifilm160Pro.
Un fotógrafo o fotógrafa que te haya marcado.
Si me tengo que quedar con uno sería Stephen Shore, por lo que ha aportado a la fotografía en color y por su obsesión en reinventarse constantemente.
Recomiéndanos un fotolibro.
Recomendaré el ultimo que he comprado. Se llama Disorder y es la ultima publicación del fotógrafo Borja Ballbé. Combina de manera espectacular un proyecto documental colosal y la historia muy íntima del autor. ¡Muy recomendable!

